¿Qué es la Resbaladicidad del Pavimento?

¿Por qué es Crucial Cumplir con las Normativas Antideslizantes en Pavimentos?

Cada año, millones de personas son hospitalizadas a causa de accidentes por resbalones, lo que subraya la importancia de aplicar correctamente la normativa antideslizante en suelos. Cada tipo de pavimento debe cumplir con ciertas condiciones de seguridad para minimizar el riesgo de caídas y asegurar la protección de quienes transitan sobre él.

La resbaladicidad se refiere al grado de deslizamiento que puede tener un pavimento en condiciones normales de uso. Este nivel depende del material, tratamiento y tecnología aplicados al suelo. La seguridad en el trabajo y en espacios de alto tránsito es esencial, ya que más de un tercio de los accidentes laborales son causados por resbalones en pavimentos no adecuados.

En nuestro laboratorio especializado y acreditado por ENAC, estamos comprometidos a ayudarte a cumplir con los más altos estándares de seguridad en pavimentos para prevenir accidentes y proteger a las personas que transitan en tus espacios.

¿Qué Normativas Rigen la Resbaladicidad?

En España, la normativa de suelos antideslizantes se basa en el Código Técnico de Edificación (CTE), que establece las características y aplicaciones de pavimentos antideslizantes en diferentes tipos de zonas, como hospitales, piscinas y oficinas. La normativa DB-SUA (Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad) regula que los suelos reduzcan el riesgo de caídas, tropiezos y deslizamientos, considerando factores como pendientes, variaciones climáticas y obstáculos en el camino.

Además, el ensayo del Péndulo, de la norma UNE-ENV 12633-2003, establece el valor de resbaladicidad bajo una escala C (C0, C1, C2, C3), lo que permite clasificar los pavimentos de acuerdo a su nivel de seguridad para cada espacio.

Clasificación de los Pavimentos por Su Resistencia al Deslizamiento

Para identificar fácilmente qué tipo de pavimento es ideal para cada espacio, existen cuatro clases según la normativa CTE:

  • Clase C0: Pavimentos con baja resistencia al deslizamiento, por lo que se desaconsejan en áreas que requieren seguridad antideslizante.
  • Clase C1: Recomendados para estancias como cocinas y baños, donde un nivel moderado de antideslizamiento puede prevenir accidentes leves.
  • Clase C2: Estos suelos ofrecen una mayor resistencia y son ideales para zonas húmedas, como duchas y áreas exteriores de piscinas.
  • Clase C3: Pavimentos de alta resistencia al deslizamiento, diseñados para áreas de mayor riesgo, como escaleras y suelos expuestos al agua o humedad constante, como piscinas y spas.

Aplicación de la Normativa en Diferentes Espacios

La normativa clasifica los espacios en función de sus características específicas:

  • Zonas de interior secas: En estas áreas, un suelo con pendiente menor al 6% requiere clase C1, mientras que para pendientes superiores al 6%, se recomienda clase C2 o C3 en escaleras.
  • Zonas de interior húmedas: Los pavimentos en espacios con humedad deben ser de clase C2 para pendientes menores al 6%, y C3 para pendientes superiores o escaleras.
  • Espacios exteriores: En zonas como piscinas y duchas, la normativa exige pavimentos de clase C3, adecuados para superficies que estarán en contacto con agua y donde se transita descalzo.

Cumple con la Normativa y Reduce Riesgos

En Wamma Lab International, realizamos ensayos de resbaladicidad tanto en laboratorio como in situ, analizando y validando que tus suelos se ajusten a la normativa vigente, como el ensayo del Péndulo, que clasifica la seguridad de los pavimentos según su resistencia al deslizamiento. Nuestro equipo de expertos utiliza tecnología de vanguardia y un riguroso sistema de pruebas para asegurar que cada pavimento cumple con los requisitos específicos de cada área, desde zonas húmedas hasta superficies exteriores de alto riesgo.

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